sábado, 17 de noviembre de 2018

El Achelense en Europa

Tipo Regular sobre fondo negro: Yacimientos modo 1 datados antes de 800 ka.
Cursiva sobre fondo negro: Yacimientos achelenses datados antes de 800 ka (fechas discutibles). Josép Vallverdú et al han datado Boella en ca 1 Ma.
Tipo Regular en caja transparente: Yacimientos modo 1 tardío datados entre 800 y 500 ka.
Cursiva en caja transparente: Yacimientos achelenses datados entre 800 y 500 ka. 
Cursiva sin caja: Yacimientos modo 2 sin grandes herramientas de corte y tipo achelense. Atapuerca TD10.1: achelense tardío y transición al modo 3.
M. Mosquera et al (2013).
Los problemas de datación de los yacimientos líticos y las dudas acerca de una colonización temprana de Europa por parte de homínidos del grado erectus, añadidas a la controversia acerca de si la Península Ibérica fue abordada a través del estrecho de Gibraltar o como etapa final después de haber recorrido dificultan el estudio de las primeras culturas europeas.

Para Europa, se considera que las grandes herramientas de corte (LCT) son un marcador del achelense, aunque en África están presentes en los conjuntos oduvaienses evolucionados. Estas herramientas aparecen en la Península Ibérica hace algo menos de 1 Ma, lo que sugiere que la vía de penetración cultural fue el Estrecho de Gibraltar.
En otros yacimientos de similar datación, como Vallparadís 10, Atapuerca TD 4 o Atapuerca TD 6, los conjuntos corresponden al Modo 1. Esto sugiere la presencia en la Península Ibérica de dos demos diferentes. También observamos Modo 1 en Isernia, Happisburg 3, Pakefield y High Lodge.

Hay que esperar a algo parecido a una segunda oleada de colonización, en el entorno de 0,5 Ma, para que los bifaces abunden. Entre 0,5-0,3 Ma, el achelense pleno aparece en varios lugares de Europa y Homo heidelbergensis está fuertemente asociado con esta tecnología. Los sitios clactonienses y tayacienses del norte de Europa son una variante del achelense.

En cuanto al origen del achelense europeo, se han propuesto varias explicaciones:
  • El achelense se pudo haber desarrollado técnicamente en el Paleolítico Medio Europeo mientras H. heidelbergensis se convertía en neanderthalensis (M. Mosquera et al, 2013). Para Moncel y Ashton (2018), un origen local de la tecnología bifacial parece poco probable ya que los conjuntos con intentos de conformación bifacial están ausentes.
  • Los grupos humanos llegados de África por Gibraltar, portadores del achelense, se habrían extendido hasta ocupar el Sur de Francia con especial intensidad a partir de MIS 11 (424–374 ka), compartiendo territorio con poblaciones autóctonas, desconocedoras de la tecnología achelense, que se encontraban en el continente europeo ya desde el Pleistoceno Inferior (Manuel Santonja et al, 2014). Méndez-Quintas et al (2020) han comprobado las afinidades africanas de los yacimientos fluviales del noroeste de la península Ibérica durante MIS 9-6.
  • Doronichev y Golovanova (2010) han propuesto la supervivencia de los fabricantes del Modo 1 europeo, que mejoraron su tecnología e idearon un repertorio de herramientas de pequeño formato a partir de lascas simples (Modo 3). Otros grupos humanos entraron por Gibraltar hace al menos 0,8 Ma y por Anatolia algo más tarde, dando lugar a un Modo 2 occidental y otro oriental de aspecto similar, pero con sutiles diferencias.
Los conjuntos líticos datados entre hace 800-500 ka, son muy diferentes entre sí. En cuanto a la materia prima, el pedernal se usa principalmente en el norte, mientras que en el sur se utilizaron varios tipos de roca. El pequeño número de yacimientos bien fechados y su amplio rango geográfico posiblemente explique la diversidad de estrategias y composición de los conjuntos.

Yacimientos en Europa Central y Oriental. Las hachas de mano están a menudo ausentes y se han clasificado a menudo como pre-musterienses (Jöris, 2013).
  • Kärlich-Seeufer (Gaudzinski, 1996).
  • Sitios en el Mosela Inferior y valles del río Nahe (von Berg y Fiedler, 1987; Hochgesand, 1997).
  • Mühleim-Kärlich (Vollbrecht, 1997).
  • Miesenheim I (Turner, 2000).
  • Hochdahl (Bosinski, 1995).
  • Bilzingsleben (Beck et al, 2007).
  • Vértesszölös (Kretzoi y Dubosi, 1990).
  • Cueva Treugol'naya (Doronichev, 2008).
  • Daravgchai-I (Derevianko y Zenin, 2007).
  • Mauer (Fiedler y Rosendhal, 2007).
Otros yacimientos:
  • Carrière Carpentier (Francia) 0,69 Ma.
  • La Noira (Francia) 0,665 Ma.
    • Estudio geocronológico.
    • Explotación de una amplia variedad de recursos.
    • Materia prima formada por losas de areniscas disponibles en gran cantidad en la orilla del río donde fueron tomadas para descamación o conformación (Despriée et al, 2011; Moncel et al, 2013). 
    • El sitio fue abandonado en la siguiente etapa fría. 
    • Muchas losas muestran un número limitado de extracciones invasivas en la superficie o se rompen por percusión directa con martillos duros, produciendo lascas pequeñas y grandes. También se han identificado métodos de reducción más estructurados, con martillo duro directo, donde algunos núcleos centrípetos y bifaciales muestran menos influencia de la forma del positivo. 
    • El conjunto de herramientas consta de bifaces bien trabajados, herramientas bifaciales, cuchillas bifaciales, cuchillas en escamas, herramientas formadas toscamente y herramientas grandes retocadas. Existe una gran variación en la forma y la invasividad de las eliminaciones, a veces con formas limitadas o periféricas.
    • Los bifaces en sentido estricto muestran un equilibrio bifacial o bilateral simétrico y una forma preconcebida. Pueden observarse sucesivas series de cicatrices, constituidas por una primera serie de eliminaciones profundas e invasivas y remociones más finas para terminar de formar el bifacial.
    • En la mayoría de las herramientas, el retoque unifacial modificó algunas partes del borde y la punta, pero no produjo sistemáticamente bordes de corte regulares. Estas piezas tienen una amplia gama de morfologías diversas con formas cordiformes, triangulares, ovadas o amigdaloides.
  • Korolevo VI (Ucrania) 0,65 Ma.
  • En Gran Bretaña, los sitios vecinos de Brandon Fields y Maidscross Hill se encuentran en la segunda terraza del río Bytham y podrían llegar a 600 ka (Preece 2001; Ashton y Lewis 2005; Ashton et al. 2011; Ashton y Lewis 2012). Ambos conjuntos utillizan como materia prima el pedernal y guijarros de grava fluvial disponibles localmente. Los bifaces se pueden dividir en dos grupos:
    • Un grupo está tallado toscmente con un martillo duro, a veces sobre guijarros partidos, con pocas extracciones bifaciales profundas.
    • Un segundo grupo, tallado de forma más innovadora, consiste en bifaces ovalados y cordiformes hechos con un martillo suave con una serie invasiva de remociones y retoques finales que conducen a herramientas simétricas o asimétricas. Ocasionalmente, estos últimos se terminan o se afilan con una extracción en la punta.
  • Caune de l'Arago, sur de Francia. 0,57 Ma. Se utilizaron varios procesos de reducción, incluyendo descamación bipolar controlada en un yunque, trabajo discoidal y, a veces, una jerarquía en las superficies de descamación (Barsky y Lumley 2010; Barsky 2013; Falguères et al, 2015). El trabajo discoidal fue aplicado a guijarros de piedra silícea o cuarzo recogidos a 15-30 km de distancia. Las escamas retocadas son abundantes y principalmente puntiagudas. Bifaces bien trabajados de varios tamaños con manejo general del volumen mediante una serie de extracciones bifaciales invasivas y con retoque final. También hay algunas cuchillas en escamas.
  • Notarchirico (Italia). Santagata, 2016. 0,64 Ma, máximo. Las grandes herramientas de corte están mal representadas. Las herramientas bifaciales están pobremente estandarizadas e incluyen numerosas herramientas de corte puntiagudas, pseudo-cuchillas ocasionales en guijarros de piedra caliza y algunos bifaces en cuarcita, piedra caliza y pedernal. Los bifaces se realizan con extracciones profundas, que pueden ser invasivas o limitadas a la periferia, y algunas de ellas se modifican por una segunda serie de pequeñas extracciones en la punta. Los retoques alteraron la forma inicial de las herramientas en punta, raspadores, muescas, denticulados y puntas de Tayac.
  • Saint Acheul, Rue Marcellin Betholot. 0,563-0,533 (?).
  • Lehberg, Haidershofen (Baja Austria). 0,5 Ma. Instrumentos líticos parecen haber servido para machacar ocre, en lo que sería la evidencia más antigua disponible de uso de este conservante y colorante. El usuario era diestro.
  • Happisburgh 1, en la costa de Anglia Oriental, probablemente data de hace 500 ka (Ashton et al, 2008; Preece y Parfitt, 2012; Lewis et al, 2019). Pequeño conjunto en pedernal de unas 300 escamas, herramientas de escamas simples, núcleos y un delgado bifaz ovado.
  • Boxgrove, en la costa sur de Gran Bretaña, datado hace ca 500 ka, basado en la bioestratigrafía de mamíferos (Roberts y Parfitt 1999; Ashton 2015). Un gran conjunto disperso de herramientas de pedernal halladas in situ en las antiguas marismas costeras. La talla se centra principalmente en la producción de grandes cantidades de bifaces para descarnamiento. Los bifaces son predominantemente delgados y de forma ovalada y están hechos con un martillo duro, seguido de la conformación y el retoque final con un martillo suave. Son generalmente simétricos en forma y sección transversal. Las puntas a menudo son rectas debido al uso frecuente del golpe de tranchet para un posible reafilado. Los núcleos son raros utilizando técnicas de plataforma única, alternativa y múltiple. Las ocasionales herramientas de escamas son simples raspadores o escamas mínimamente retocadas.
  • Valle de Somme de Cagny-la-Garenne I y II, en el norte de Francia, datados en MIS 13 tardío o MIS 12 temprano, con varios conjuntos sobre nódulos de sílex disponibles localmente (Antoine et al, 2007). Los yacimientos se interpretan como talleres con herramientas en bruto trabajadas bifacalmente junto con bifaces creados por una serie de retiros más invasivos (Tuffreau 1987; Lamotte y Tuffreau 2001; Tuffreau et al, 2008; Tuffreau y Lamotte 2010). Los conjuntos consisten en bifaces, núcleos, escamas y herramientas de escamas como muescas y denticulados. Los bifaces fueron abandonados en varias etapas de conformación y fueron trabajados tanto con martillo duro como blando. En general, hay poco retoque en los bordes, salvo en algunos bifaces lanceolados alargados. La conformación de la punta es parte de la conformación general del bifaz. También hay algunas cuchillas bifaciales. Las morfologías son bastante alargadas (formas cordiforme, triangular y ovada-amigdaloide). Los núcleos son principalmente unifaciales con alguna evidencia de la tecnología Levallois en Cagny-la-Garenne I.
  • En España, Cueva del Ángel (329-179 ka; Falguères et al, 2019). También varios yacimientos fluviales: Ambrona (Santonja, 2017), Cansaldeta, Guadalquivir, Pinedo, Maya, Puente Pino, Puig d'en Roca, Sartalejo y Yeltes Huerba.
Voinchet et al (2015) han analizado 46 muestras de sedimento y 14 dientes de 17 yacimientos achelenses de Francia y Reino Unido. Los resultados sugieren que los conjuntos achelenses más antiguos en el Reino Unido tienen una edad de entre 500-600 mil años, mientras que, en Francia, los bifaces del yacimiento de La Noira presentan edades en torno a 700 mil años. Estas dataciones han reducido en, al menos, 100 mil años la diferencia de la llegada del Achelense entre el norte y el sur de Europa, donde los yacimientos son mucho más antiguos.

A partir de 0,5 Ma encontramos grandes instrumentos sobre canto, placa o lasca de gran formato, como hendedores y bifaces, intensamente configurados y extraordinariamente versátiles. El registro fósil se relaciona con Homo heidelbergensis. Gracias al Modo 2 y a la caza organizada de grandes herbívoros (Will Roebroeks, 2001), heidelbergensis pudo ocupar zonas septentrionales de Europa hasta entonces escasamente pobladas
  • La Grande Vallée, Seuil de Poitou, Francia. 0,5-0,4 Ma.
  • Fontana Ranuccio (Italia) 0,455 Ma. El conjunto incluye hachas de mano realizadas en huesos de elefante. 
  • Saint-Acheul (Rue de Cagny) y Cagny la Garenne (Francia) están fechados por ESR para MIS 12, entre 0,45-0,40 ka.
  • Cueva Ficoncella (Italia) menos de 0,441 Ma. Asociado a huesos de elefante.
  • Southfleet Road, Ebbsfleet, Kent (Inglaterra)
    • Fue hallado un esqueleto incompleto de elefante (Palaeoloxodon antiquus) asociado con herramientas líticas, algunas con evidencia de uso e indicios de producción in-situ y descarnamiento. Cerca y en el mismo horizonte, apareció una concentración mucho mayor de artefactos similares (clactonienses). La fauna asociada indica condiciones de clima templado y bosques (F. F. Wenban-Smith et al, 2006)
  • Atapuerca-Gran Dolina.
    • En el nivel TD10 apareció una tecnología Modo 2 asociada a un procesamiento sistemático y direccional de carcasas, incluyendo eventos de caza (0,45 Ma). TD10-1 puede representar la evolución local desde el Modo 2 al Modo 3 (Andréu Ollé et al, 2013).
  • Louselas (Ribadeo, Lugo, España) 0,45 Ma (Ramil Rego y Ramil Soneira, 2014).
  • Swanscombe (Inglaterra) 0,424-0,374.
  • Cabo Busto, Valdés, Asturias (España) 0,4 Ma. Más de 400 herramientas talladas en cuarcita.
  • La Rinconada, Sevilla (España). 0,4 Ma.
  • Cuenca Venosa (Italia) 0,4-0,3 Ma.
  • Aroeira (Portugal) 0,4 Ma.
  • Guado San Nicola (Monterodumi, Isernia, Italia). 0,364 ka.
Son numerosas las referencias a yacimientos con tecnología achelense en terrazas fluviales datados en MIS 9 (340- 300 ka) y durante el comienzo del MIS 8 (300-245 ka) (M. López-Recio et al 2013). Este hecho puede deberse en gran medida a la propia dinámica sedimentaria que favorece la formación y preservación de los yacimientos ligada a fenómenos de agradación fluvial durante el final de periodos cálidos (ej. MIS 9) y la parte inicial de los periodos fríos que los siguen (ej. MIS 8), además del probable incremento y expansión en estas fases interglaciares de poblaciones de Homo heidelbengensis
  • En el norte de Francia, destacan las dataciones de los yacimientos achelenses de Cagny-la Garenne (448-443 ka) y Cagny l´Epinette (318-289 ka) de niveles de terraza situados entre +40 y + 30 m en los valles de los ríos Somme y Sena (Tuffreau et al., 2008; Antoine et al. 2010; Limondin-Lozouet et al. 2010). Las edades más recientes del Sena se situán también en el tránsito entre el MIS 9-MIS 8.
  • Las fechas obtenidas cerca de la base de la terraza T10 del río Tajo en Pinedo (+25-30 m; TOL-8: >280 ka) y en Cien Fanegas (+20-25 m; TOL-9: 292 ka) nos situarían la base de la terraza fluvial (sub-unidad de gravas), así como la industria achelense y fauna pleistocena asociada, a una edad algo anterior a 292 ka (prob. 292-340 ka; MIS 9).
  • En el curso bajo del río Tajo (Portugal), las dataciones OSL disponibles (Cunha et al. 2008, 2012; Martins et al. 2009, 2010) indican que las terrazas de ca. +30-48 m, con edades de ca. 160 - 340 ka, poseen industrias achelenses (Monte do Famaco), mientras que la terraza inmediatamente inferior (entre +16-28 m) posee industrias musterienses y fechas comprendidas entre 135 ka (base) y 73 ka (techo).
  • Primera evidencia en Europa de una extensa acumulación de herramientas de corte achelenses (hace 293-205 ka; Porto Maior, Galicia, España; Méndez Quintas et al, 2018).
  • Harnham, Avon Valley, sur de Salisbury, Wiltshire, Reino Unido, se ha datado en MIS 8 (ca 280-230 ka). No hay ningún signo de talla Levallois (Bates et al, 2014)
En este mismo periodo, en cueva, se ha datado el achelense de Atapuerca-Galería (España) (Martina Demuro et al, 2014). Ver vídeo

Antony G. Brown et al (2013) han estudiado la distribución espacial de los yacimientos datados en el interglacial pre-MIS 5 (Paleolítico Medio Temprano a Inferior) en el sur de Gran Bretaña y Norte de Francia, poniendo el acento en los yacimientos más ricos en bifaces (también en Pope et al, 2016)
Estos yacimientos muestran una marcada concentración en islas de las graveras y terrazas fluviales de los valles del curso medio-inferior de los ríos, en estuarios y lagos, cerca de los límites estimados para los hielos. Debido a la ubicuidad y constancia de de este patrón de ubicación, se ha especulado con que responde al arrastre de las corrientes fluviales. Los autores proponen que la distribución de los yacimientos está relacionada con el comportamiento real de las poblaciones y refleja elecciones conscientes. La riqueza y diversidad nutricional de estos sitios de la franja atlántica del noroeste de Europa permitió, partiendo de lugares más cálidos al sur, la ocupación repetida de los homínidos durante los períodos cálidos del Pleistoceno.
Yacimientos en el sur de Gran Bretaña y norte de Francia con bifaces abundantes correspondientes al Paleolítico Medio Temprano (pre-MIS 5). Antony G. Brown et al (2013).
Yacimientos achelenses en el suroeste de Gran Bretaña y noroeste de Francia. Pope et al, 2016.
J. A. Caro Gómez (2013) ha resumido las características principales del proceso tecnolítico que configura la secuencia del Achelense en el Bajo Guadalquivir (España). Se ha constatado la ocupación humana durante el Pleistoceno Medio, con un gran aumento de industria lítica al final del Pleistoceno Medio y comienzos del Superior (MIS6/MIS5).
  • El complejo básico, en las terrazas altas (T6 a T9), se caracteriza por el material macrolítico correspondiente a un achelense consolidado homogéneo poco desarrollado. La correlación paleomagnética de episodios normales en estas terrazas, es asimilada a la época normal Brunhes, en un momento inmediatamente posterior al cambio de polaridad (Matuyama-Brunhes) con una cronología de menos de 0,78 Ma (Díaz del Olmo y Baena, 1997) y más de 300 ka.
    • En T6 aparecen los primeros elementos macrolíticos.
    • El material macrolítico consituye la base tecnológica de las series instrumentales en T7 a T9.
      • En T7 la tipología es escasa y muy uniforme.
      • En T8 se acrecienta el número de restos y se produce un claro aumento del grupo macrolítico, siempre con predominio de los bifaces sobre los hendedores.
      • Hacia el final de T9 se precibe un cambio tecnológico con aumento del utillaje bifacial, mayor elaboración técnica y estandarización en los utensilios sobre lasca y diversificación de tipos, donde destacan las raederas de gran formato. 
  • T10, T11 y T12 se datan entre 300 ka y 80 ka.
    • En los conjuntos que se encuentran en T10, culmina la evolución de la etapa previa con el desarrollo de un achelense regional completo caracterizado por un marcado crecimiento en los índices de bifaciales, que predominan a veces. Los bifaces presentan una amplia diversificación de tipos, con técnicas de talla más depuradas.
    • De T11 en adelante, a pesar de la presencia de material claramente achelense, los conjuntos son típicamente post-Achelenses.  Mientras algunos conjuntos líticos se mantienen invariables, otros manifiestan una desigual gama de cambios tecnotipológicos. Entre ellos cabe destacar una sensible caída del macroutillaje, siendo ahora los hendedores los que dominan sobre bifaces y triedros. Se produce también un aumento de los índices levallois, así como de los utensilios del grupo Paleolítico Superior y una utilización más frecuente del sílex.
    • En T12, es más clara esta yuxtaposición de contextos, y algunos niveles reflejan claramente las características postachelenses, con una destacada representación de los utensilios sobre lasca, de menor tamaño y retoques más elaborados, enriquecimiento de los productos levallois, aumento considerable del sílex, etc.
    • Se intuye, por lo tanto, un momento de cambios significativos no unilineales, con influencias distintas que irían desde la individualización de las propias tradiciones locales, hasta los influjos de las aportaciones foráneas. Es decir, que mientras en
      unos lugares se está dando una adaptación a los nuevos modos técnicos, identificándose claramente con el Paleolítico Medio antiguo; en otros, se siguen
      utilizando las viejas técnicas influenciadas aún por la tradición cultural achelense final transicional.
  • Este sustrato alterado finalmente se convierte en la terraza baja T13 en Paleolítico Medio Regional de cantera fluvial no clásico (Vallespí, 2006), con perduraciones achelenses e impactos musterienses.
    • En el final de este proceso se generaliza, aunque sin ser exclusivo, el desarrollo de las nuevas técnicas, cuyas manifestaciones más interesantes serán la desaparición, o presencia testimonial, del utillaje bifacial, la estandarización del utillaje sobre lasca y la reducción de sus dimensiones, la equiparación del uso sílex con la cuarcita, y una destacada presencia de la técnica levallois. Se dará paso así a unas industrias terminales del proceso de evolución, cuyas características las separan del Paleolítico Medio clásico (musteriense), ya que al mismo tiempo que no abandonan completamente las formas tradicionales, se ven influenciadas por un claro impacto de nuevas pautas culturales, significando así una fase concluyente del proceso, que debe ser considerada como un Paleolítico Medio peculiar de los ámbitos fluviales peninsulares (o Paleolítico Medio de Graveras).
Millán Mozota (2014) relaciona las evidencias no desestimadas de utillaje óseo del Paleolítico Inferior:
  • Zona Centro-Occidental de Italia: Se ha documentado la existencia de una producción mediante la talla por percusión en grandes fragmentos de diáfisis de elefante.
    • Castel di Guido (Radmilli y Boschian 1996).
    • Fontana Ranuccio (Segre y Ascenzi 1984).
    • Polledrara di Cecanibbio y Rebibbia-Casal de’Pazzi (Anzidei 2001).
  • Vértesszölös, en Hungría (Dobosi 2001), donde también se registra una producción ósea tallada sobre diáfisis de elefante. 
  • Para Anzidei et al. (2001) esto se integra en una estrategia de captación de materias primas que recurre al hueso para fabricar cierto tipo de herramientas, ante la escasez de litologías adecuadas a esos formatos. Costa (2010) considera ese recurso a la materia ósea como una cuestión de ubicuidad y facilidad de acceso frente a la, según su criterio, más compleja captación de materias primas líticas.
  • Se han hallado algunos retocadores. 
    • Posiblemente, el más antiguo de estos ejemplos sea un retocador óseo hallado en Gran Dolina, en la Sierra de Atapuerca (España), junto con algunos huesos que pueden haber sido modificados por percusión (Rosell et al, 2011). El conjunto tiene una antigüedad de 350-300 ka. 
    • Otros hallazgos en Boxgrove, Inglaterra (Roberts y Parfitt 1999), con datación imprecisa.
    • En Francia:
      • Orgnac (Moncel et al, 2005; Mathias, 2016), 300 ka.
      • Biache-Siant-Vaast (Auguste 2002). MIS 7 (250-200 ka).
      • Cueva de Lazaret. MIS 6 (200-140 ka). Valensi, 1996. Viallet, 2016.
      • Velay. MIS 5 que puede prolongarse hasta el MIS 6. Raynal et al, 2005.



HOMO EN EUROPA ENTRE 1,3 Y 0,73 MA. Juan Manuel Fernández López.
PERIODO MA
FÓSILES
TECNOLOGÍA
1,4-0,9
No ha sido identificada la especie, que se denomina, provisionalmente, especie ñ
Modo 1 muy pobre
0,9-0,73
Homo antecessor
La presencia de dos tradiciones  tecnológicas indica la coexistencia de diferentes demos
Modo 1 evolucionado
LCT
0,7-0,615
Homo antecessor en proceso de extinción.
Oleadas migratorias sin éxito demográfico.
Modo 1
Modo 2 pobre
0,615-0,2
Grado Heidelbergensis y preneandertales
Modo 2 pleno
0,2-0,027
Homo neanderthalensis
Modo 2
Modo 3. Musteriense.


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